La histeria colectiva causada por la virtual Pandemia (OMS dixit). ha agarrado en offside, con los pantalones abajo a los medios de comunicación, al gobierno y a muchos ciudadanos. Debido a la descomunal informacion derramada en TV, radio e Internet, el mundo, y particularmente el Peru, ha caido envuelto en una red de psicosis generalizada que se retroalimenta de los mismos comentarios generados por instituciones, profesionales y gente comun y corriente que en su gran mayoria han demostrado no saber absolutamente nada sobre el tema, incluido por supuesto, nuestro impresentable Ministro de Salud.
Ironicamente el Peru es una incubadora de virus y bacterias, gracias al incorruptible desaseo, gracias a la tradicional constumbre del peruano promedio de no bañarse, a nuestras inexistentes politicas de salubridad, gracias a que convivimos diariamente con la cochinada y la pestilencia, estamos mejor preparados que otros paises. Preguntenle a cualquier infectologo y sabran que a mas contacto con la suciedad, se crean mas anticuerpos. De generacion en generacion, el peruano le ha provisto a sus descendientes un ejercito de organismos antivirales muy poderoso. Sin que esto reste que individualmente puedan presentarse casos debido al contacto directo con el hoy temido virus H1N1, debemos saber que justamente aca en el Peru, la exposicion a este tipo de males ha sido tan antigua que muchos habitantes estan practicamente inmunes y/o cuentan con defensas naturalmente creadas. Es muy conocido cómo la gente de otras latitudes cuando visitan nuestro pais e ingieren nuestros ricos potajes se enferman irremediablemente de virus estomacales, salen a pasear por Lima y terminan infectados con virus en el sistema respiratorio, etc, etc. Somos pues, los Dragones de Komodo en version hominido, seres que pueden convivir con agentes venenosos sin ningun problema.
Esta epidemia desaperecera como las anteriores ( la gripe aviar, el SAARS, etc), no sera el fin del mundo como muchos temian y a otros ilusionaba. Los periodistas tendran que buscarse otro tema para vender.
Ha sido una negligencia casi criminal por parte del Estado haber tratado este asunto con tan poco profesionalismo. Cuando se inicio la Crisis Financiera Internacional (un virus mucho mas dañino y mortal, una verdadera Pandemia) la mesura, el optimismo y la planificacion fueron las banderas que enarbolaron nuestros dirigentes. Sabiendo que el pueblo cuenta con fuentes de informacion ampliamente mas numerosas que las que estaban disponibles hace poco años, sabiendo que nuestro periodismo, en su mayoria, carece de un minimo de sobriedad y solvencia emocional, era de esperarse que cundiera la alarma y la confusion, por lo tanto como en otras ocasiones quienes eran los llamados a mantener la ecuanimidad y el equilibrio son quienes estan a la cabeza de la administracion de los Gobiernos central, regionales y locales, sin embargo han sido arrastrados hacia este Pandemonium como simples neofitos.
Esta vez estan patinando todos.