Mekler es el vivo retrato de tanto despistado que anda por ahi creyendo que se puede ser socialista y a la vez mantenerse fiel a las leyes fundamentales de la Democracia representativa....JAMAS, es una contradicción, nunca un simpatizante marxista, a la larga, podrá llevar a la práctica su teoría sin convertirse, en el camino, en un boicoteador a tiempo completo. Las ideas socialistas son intrínsicamente antidemócraticas, en una primera etapa pueden, algunas ramas de este estofado ideológico, comportarse como opciones serias y jugar bajo las mismas reglas civilizadas de una sociedad moderna y libre, pero cuando quieren pasar a desarrollar profundamente los "cambios" que son el corazón mismo de su ideología se encuentran con el inevitable imperativo de tener que violentar las mismas leyes que los llevaron al poder. Y ojo que no estoy hablando de situaciones o coyunturas especiales o extremas como que el país se encuentre en guerra, estoy hablando de un programa que se debe llevar a cabo sí o sí para darle razon a su prédica y a su propia existencia. Esa es la realidad de las propuestas politicas de izquierda, al menos para quienes como los pequeños partidos pretenden ser consecuentes con sus raices.Los viejos y grandes partidos socialistas se tuvieron que tragar inmensos sapos y quedarse solo con el nombre, abandonaron para siempre su identidad estatizadora, proletaria y anti capitalista, inclinaron la cabeza ante la imbatible superioridad del mercado, y se quedaron con algunas pequeñas banderitas como el seguro social y/o el ambientalismo. El PSOE. el APRA y el Partido Laborista son claros ejemplos y provoca recitarles el poema de Nicomedes Santacruz "cómo has cambiado pelona".
El humalismo de manera natural busca asociarse con quienes son afines a sus ideales, socialistas y comunistas son hermanos y las coincidencias son demasiadas como para ignorarlas, tarde o temprano la sangre los unirá. Que Mekler se haya dado cuenta de que no pueden convivir bajo el mismo techo la Democracia y el socialismo/comunismo (él le llama radicalismo) es una demostración evidente que lo que decimos es cierto, y una muestra inequívoca de que la inocencia no se acaba con la edad. Hay aún muchos como él. Gente adulta con sueños propios de Disneylandia. Maduren muchachos...maduren.
P.D. Valga este post también como recordatorio del infausto 3 de octubre de 1968 que nos trajo la catastrófica dictadura del socialista Velasco.